Hay tantas personas por los pueblos que hay que pintarlas, tantos campesinos que están trabajando que creo que alguien los tiene que pintar; tantas niñitas que hay por ahí pobres, no en dinero, que necesitan que alguien las dibuje; hay tantas casas que se van a caer que necesitan un dibujante, porque de repente un alcalde las va a cambiar, las va a arrancar, va a hacer un edificio. Yo creo que hace falta muchos jóvenes, pero creo que ya no les gusta pintar estas cosas. Ojalá que haya alguien que siga pintando las gentes, a sus padres, a sus hijos, a la mujer que quieren, que pinten el cielo mientras siga azul. Uno se tiene que acabar, porque al final nadie queda. Mi padre decía “te vas a acabar pronto, porque tú has prendido la vela por los dos cabos”. Gracias a todos, prácticamente lo que yo solo he hecho ha sido garabatear y manchar los papeles…
Luis Palao, pintor